Hoy en nuestra Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU): el primer grupo de estudiantes defendió el Trabajo Final en la materia Derecho Informático e Inteligencia Artificial, recientemente incorporada al plan de estudios como materia optativa. No es un dato menor.
En un país donde aún son muy pocas las universidades que abordan estas temáticas con profundidad desde la carrera de abogacía, contar con una materia dedicada al análisis jurídico de las tecnologías emergentes —y más aún, con foco en la inteligencia artificial— representa un paso firme hacia la actualización del perfil profesional de nuestros futuros colegas.
La transformación digital no es una posibilidad futura. Por el contrario, es una realidad presente que desafía categorías tradicionales del derecho y exige nuevos marcos normativos, nuevas competencias y, sobre todo, una mentalidad crítica, interdisciplinaria y propositiva.
Como docente, celebro el compromiso de quienes eligieron esta materia y asumieron el reto de pensar jurídicamente problemas como la automatización, la protección de datos, la responsabilidad por sistemas autónomos o la regulación de algoritmos en entornos judiciales, administrativos y comerciales.
Quiero destacar también el trabajo en equipo con el Dr. Miguel Jara, clave para el desarrollo del programa. Agradezco especialmente a la Decana Dra. María Florencia Pérez, por su visión académica, y al personal administrativo y técnico, por el respaldo constante que hizo posible llevar adelante este primer paso de un camino que recién comienza. Indudablemente marca un hito, por eso lo celebro.
con fe en el futuro y con la seguridad de que formar juristas capaces de comprender, analizar y transformar los desafíos que plantea la inteligencia artificial no es sólo una opción académica: es un compromiso ético con el presente y el futuro del derecho.